miércoles, 20 de noviembre de 2013

Dar la vuelta a la tortilla. Nivel básico


Hoy vamos a ver el uso del imperativo para la segunda persona del singular.


- ¿Qué haces Atanasio?
- Una tortilla de patatas.
- ¿Qué es eso?
- Es un plato típico de la cocina española.
- ¿Es un plato frío.
- La tortilla puede tomarse fría o caliente. Siempre sabe bien.
- ¿Es difícil de hacer?
- No, es muy sencilla. ¿Quieres aprender a prepararla?

- No sé si podré
- Haz un esfuerzo
- De acuerdo. ¿Qué tengo que comprar?
- Compra huevos. Eso es lo primero.
- Claro, por eso es una tortilla.
- Eso es. Consigue también patatas...
- Patatas, claro. Por eso se llama tortilla de patatas.
- Eres una chica lista. Sí, por eso se llama tortilla de patatas. Oye, no me interrumpas o no terminaremos nunca.
- Perdona.
- Bien. Sigamos. Recuérdame qué estaba diciendo.
- Que necesitabas patatas y huevos.
- Eso es, patatas y huevos. Pero necesitamos algo más: necesitamos cebolla. Así que busca algunas cebollas.
- Vale. En tercer lugar cebolla. Me gusta la cebolla.
- Y a mí. Pero hay mucha gente a quien no le gusta y prefiere hacer la tortilla sin cebolla. ¡Ah!, apunta: también necesitamos aceite de oliva y sal.
- Aquí en Bhutan no hay aceite de oliva así que no puedo hacer la receta.
- Inténtalo, y si no lo consigues, cortaré un trozo de esta tortilla que voy a cocinar y te lo mandaré por correo postal. ¿Te parece?
- Pero Atanasio, si la mandas por correo postal llegará estropeada.
- No creo. Ahora el servicio postal es muy rápido. No es como antes. De todas maneras, métela en la nevera cuando llegue.
- No sé si....
- Bueno. ¿Quieres saber cómo se hace o no?
- Sí, sí, quiero saberlo.
- De acuerdo. Presta atención. Es un plato muy fácil, superfácil. Coge medio kilo de patatas. ¿Estás apuntando?
- Sí, medio kilo de patatas. ¿Qué más?
- Huevos. Echa cuatro huevos.
- ¿No son muchos?
- Piensa que tiene que estar jugosa. Ahora, una cebolla.
- ¿Grande o pequeña?
- No cojas una muy grande ni tampoco una muy pequeña. Elige una mediana. Esto depende de los gustos de cada uno. Y finalmente un poco de aceite y sal.
- Espera un momento, que apunto: aceite y sal.
- Bueno, vamos con la preparación. Primero pon la sartén al fuego, ¿ves?
- Es una sartén profunda.
- Sí, no olvides que una tortilla de patatas es como un pastel, y eso significa que tendrá un poco de altura.
- Echas bastante aceite.
- No dejes que se pegue. Echa bastante aceite. Recuerda que pegarse es que se queme la parte de abajo, la base.
- Vale.
- No eches las patatas si el aceite no está caliente. Primero pélalas bien, quítales toda la piel y luego las cortas ¿Ves cómo lo hago? En rodajas, es decir, en láminas pequeñas y delgadas. Y ahora, corta también la cebolla.
- De acuerdo.
- La cebolla la corto en tiras alargadas. Ahora pon las patatas y las cebollas en la sartén.
¿Y qué más.
- Vete a por la sal. Echa un poco de sal y deja que todo se haga a fuego medio.
- Para que no se frían completamente.
- Eso es, sólo un poco. Vigila bien. Tienen que cocerse. No seas impaciente. No tengas demasiada prisa. Cada cosa lleva su tiempo. Déjalas unos minutos, y remueve de vez en cuando.
Para evitar que se peguen.
- Muy bien, para evitar que se peguen. No permitas que las patatas y la cebolla se peguen, porque entonces la parte de abajo estará algo quemada. Si eso pasa, tira parte de la tortilla.
- Entiendo. Hay que tener cuidado.
- Eso es. Cuando las patatas están blandas y ligeramente fritas, es decir, un poco doradas, quita la sartén del fuego. A continuación, trae un bol, un plato profundo como éste, y bate los huevos. Cuando ya están batidos, fíjate bien, tienes que hacer lo siguiente: vuelca la sartén sobre el bol, y mezcla bien las patatas y la cebolla con los huevos.
- ¿Y ahora qué?
- Ahora echa toda la mezcla de patatas, cebolla y huevo de nuevo en una sartén y vuelve a poner todo al fuego.
- ¿En la misma sartén de antes?
- En esa o en otra nueva, es igual. Deja cocer la tortilla hasta que empiece a freírse. Entonces viene el movimiento más difícil.
- ¿Cuál es ese movimiento?
- Dar la vuelta a la tortilla.
- Parece complicado.
- No es fácil de hacer la primera vez. Las personas más hábiles hacen un movimiento rápido y la tortilla se separa de la sartén, gira en el aire y vuelve a caer en la sartén pero del otro lado.
- O sea, dada la vuelta.
- Sí, dada la vuelta. Para la primera vez no lo intentes de esa manera. Sé prudente. Toma de nuevo la primera sartén, ¿te acuerdas de ella? Echa unas gotas de aceite si está muy seca, y colócala junto a la otra, ¿ves?
- Sí, tapas una sartén con otra.
- Exacto. Cubre una sartén con la otra y gíralas, ambas a la vez. No las separes mientras las das la vuelta. Luego, pon de nuevo la sartén con la tortilla al fuego.
- ¿Y le queda aún mucho tiempo de cocción?
- No, casi nada, un par de minutos solamente. Pero muévela como antes, ¿te acuerdas?
- Sí.
- Porque aunque es poco tiempo, se puede pegar.
- Entiendo.
- Y ya está. Bueno, dime qué te parece.
- Es como un pastel.
- Pues sí. Es un pastel de patatas y huevo.
- ¿Ya se puede comer?
- Pues claro. Cómetela así, o deja que se enfríe y guárdala en la nevera. Sírvela cuando quieras pero no la conserves muchos días en la nevera. Algunos la congelan. Ahora voy a coger este cuchillo y la voy a cortar. - Así, ¿ves? Y este trozo te lo mando por correo.
- Gracias, Atanasio, aunque si no llega bien tendré que tirarla.
- No tires nunca una tortilla, Yangay. Bueno, me tengo que ir. Mañana hablamos. ¿Te parece?
- De acuerdo. Mañana hablamos.
- Hasta mañana.
- Adiós.

No hay comentarios:

Publicar un comentario